SENDERO DE ARADÓN

SENDERO DE ARADÓN

Folleto informativo que da a conocer el sendero que comunica a lo largo de más de 5 kilómetros la localidad de Alcanadre con la ermita de Aradón. El recorrido no entraña dificultad alguna por lo que resulta apto para todos los usuarios y se puede realizar tanto a pie como en bicicleta de montaña.

El itinerario transcurre, en su tramo inicial, por un camino agrícola hasta llegar al área recreativa de Peñacasa, espacio situado junto al río Ebro y que cuenta con juegos infantiles, mesas y asadores. A continuación, el recorrido se transforma en senda y sólo es transitable a pie o en bicicleta. La última sección discurre por un camino agrícola bajo las peñas de los Cortados de Aradón, un gran farallón de potentes estratos de yesos que deben su espectacularidad a su colorido y verticalidad y con gran valor natural por albergar una importante colonia de aves rupícolas. El sendero finaliza en la ermita de Aradón, lugar de reminiscencias templarias en el que antiguamente se localizaba un templo románico, hoy desaparecido.

Esta zona, junto a otros tramos riojanos de sotos y riberas del Ebro, está considerada Lugar de Importancia Comunitaria y forma parte de la Red Natura 2000 ya que conserva hábitats de especial interés para especies como el visón europeo.

Recorrido:
Estación de Alcanadre – Área Recreativa de Peñacasa – Cortados de Aradón – Ermita de Aradón
Distancia:
12 km (ida y vuelta) prácticamente llanos. Apto para todos los usuarios y se puede realizar tanto a pie como en
bicicleta de montaña.
Duración: 2 horas y 45 minutos (ida y vuelta)
Valores Naturales:
El sendero discurre entre Alcanadre y la ermita de Aradón. La primera parte, entre el núcleo urbano y el área
recreativa de Peñacasa, nos permite recorrer la fértil huerta de Alcanadre, para posteriormente acercarnos al río
Ebro y disfrutar de la frondosa vegetación de sus riberas.
Dejando atrás el área recreativa, encontramos una amplia plantación de chopos en producción que nos
acompaña hasta volver a reencontrar el río. El último tramo lo hacemos bajo las peñas de los Cortados de
Aradón, un gran farallón formado por potentes estratos de yesos que impresionan por su colorido y al final alcanzamos la ermita de Aradón, lugar de reminiscencias templarias y donde antiguamente se situaba
un desaparecido templo románico.
El buen estado de conservación de este ecosistema fluvial ha propiciado su inclusión en la Red Natura 2000,
un conjunto de áreas protegidas que tiene como finalidad garantizar la diversidad biológica de la Unión
Europea